Nota preliminar:
Primero que nada he de disculparme por no escribir nada en todo este tiempo, pero espero entiendan el poco tiempo que tuve para dedicarme a este espacio, mucha demanda de tiempo escolar, situación que por supuesto ha dado un importante fruto, ha terminado un año (y medio) más de la carrera, suceso importante para mi, me hace estar muy feliz. Ahora, la pequeña nota del ciclo Beethoven la tenía que haber publicado a principios del mes de septiembre, por lo que está un poquito desfasada en tiempo, pero igualmente espero sea de valor, gracias por su comprensión.
Ahora toca turno en este pequeño espacio a la música sinfónica, y qué mejor representativo del género que el genio de Bonn, Alemania: Ludwig van Beethoven ¿qué puedo decir para resumir un poco?. Pues sólo recordar un poco de lo que todo mundo sabe:
1. Son 9 sinfonías hecho que marcó una famosa "maldición" para pocos pero importantes compositores, en la cual se establecía que el compositor no viviría más allá de las 9 sinfonías, como ejemplos tenemos a Gustav Mahler y Franz Schubert
2. El maestro comenzó a padecer los estragos de la famosa perdida progresiva de la audición alrededor del año 1796 (Murió en 1827), hecho que constata en su famoso "Testamento de Heiligenstadt" y en los subsecuentes trabajos refleja con impresionante expresividad este hecho y todas las consecuencias sociales, personales, pero en conjunto manifestadas en la genialidad por todos conocida
3. Recibió enseñanzas de personajes de la talla de Wolfgang Amadeus Mozart y Franz Joseph Haydn, para nada desdeñables
Estos pocos pero importantes detalles sirven para entender un poco de la naturaleza del trabajo sinfónico desarrollado por este hombre, ahora, siempre es muy grato saber que una orquesta del país realice ciclos sinfónicos dedicados a este compositor, pues podemos deleitarnos, disfrutar, soñar, comparar y sentir la emoción de ver como el público no se retira de la sala y sigue aplaudiendo hasta que el director brinda el ansiado encore, pero son muchas las emociones que se viven en estos conciertos, sería pretensioso para este espacio el tratar de describirlas, sólo quisiera narrar un poco de la experiencia vivida en las que para mi son los trabajos más bellos de la obra sinfónica de Beethoven.
Como buen "Beethoveniano", probablemente pierden objetividad mis comentarios en algún momento, al menos siempre he reconocido el mayor genio de Mozart, aunque por alguna razón, tal vez por la difícil situación de salud que padeció el alemán, tal vez por la oscuridad presente en algunas partes de sus obras, por la grandeza de todas ellas, es mi compositor favorito (tal vez su única "falla" es haber compuesto una sola ópera), aun así, no son de mi total agrado las primeras dos y la cuarta sinfonía, hecho por el cual no asistí a dichos conciertos, con estas prudentes aclaraciones ahora sí comento.
Tercera Sinfonía, "Eroica"
Aquel día llegué a la sala con mi hermano, no teníamos boletos pero ello nunca ha representado un problema al asistir a eventos de esta índole, la sorpresa nos la llevamos al ver las taquillas repletas y un gendarme en la entrada vocíferando "si no tienen boletos para hoy, por favor no entren", amablemente le dije que mi intención era conseguir boletos para los subsecuentes conciertos, así pudimos ingresar, y, después de una larga espera faltaba un lugar para arribar a la ventanilla, al no tener nada mejor en qué centrar mi atención, escuchaba la compra de la señora formada adelante de nosotros que se llevaba un boleto para el ya comenzado concierto del día, como era de esperarse, hice lo propio y pudimos entrar a ver aquella composición alguna vez dedicada a la figura de Napoleón Bonaparte, que, como todos saben, muchos tomaron por libertador, incluído el genio de Bonn, quien, al enterarse la diferencia de la situación, hizo pedazos la dedicatoria, modificándola de esta guisa: "Tercera Sinfonía, Eroica, dedicada a la memoria del que fuera un gran hombre" al menos eso dicen las historias.
La orquesta vestía saco blanco y pantalón (o falda) negro, el público aplaudía y José Areán saludaba, nos acomodamos en las escaleras, que fueron nuestro asiento hasta el final del concierto, para, despúes de un concierto para piano y el intermedio, ahora sí, sonaron las tres notas de entrada a la sinfonía para dar inicio al "Allegro con brio", a pesar de mi gran emoción, debo decir que me pareció medianamente interpretado, con una orquesta algo falta de intensidad, incluso de entonación, el director no estaba trabajando del todo bien, pero creo que corrigió enormemente en la "Marcia funebre" con un tempi haciendo honor al nombre, excelente, lo disfruté mucho en sus alrededor de 18 minutos, el "Scherzo" y el "Finale" igualmente creo que un poco más de intensidad, no habría estado de sobra, pero el tempi y la entonación fueron mejores en estos dos movimientos, la verdad esperaba un poco más del maestro Areán en la conducción de este gran trabajo, el cual a pesar de los pequeños detalles, fue bien aplaudido por una sala a su máxima capacidad, hecho destacable y afortunadamente, recurrente por el resto de la temporada, de la orquesta se puede señalar que al ser su cuarto programa, todavía se notaba un poco heterogénea, como bien fue recalcado, es una agrupación que únicamente trabaja en verano, y no es fácil después de casi un año de no trabajar juntos, en 4 fines de semana lograr sacar el mejor partido a sus interpretaciones, para el beneplácito del auditorio, la situación después de 2 semanas, fue notoriamente diferente, como lo refiero en la siguiente nota.
Primero que nada he de disculparme por no escribir nada en todo este tiempo, pero espero entiendan el poco tiempo que tuve para dedicarme a este espacio, mucha demanda de tiempo escolar, situación que por supuesto ha dado un importante fruto, ha terminado un año (y medio) más de la carrera, suceso importante para mi, me hace estar muy feliz. Ahora, la pequeña nota del ciclo Beethoven la tenía que haber publicado a principios del mes de septiembre, por lo que está un poquito desfasada en tiempo, pero igualmente espero sea de valor, gracias por su comprensión.
Ahora toca turno en este pequeño espacio a la música sinfónica, y qué mejor representativo del género que el genio de Bonn, Alemania: Ludwig van Beethoven ¿qué puedo decir para resumir un poco?. Pues sólo recordar un poco de lo que todo mundo sabe:
1. Son 9 sinfonías hecho que marcó una famosa "maldición" para pocos pero importantes compositores, en la cual se establecía que el compositor no viviría más allá de las 9 sinfonías, como ejemplos tenemos a Gustav Mahler y Franz Schubert
2. El maestro comenzó a padecer los estragos de la famosa perdida progresiva de la audición alrededor del año 1796 (Murió en 1827), hecho que constata en su famoso "Testamento de Heiligenstadt" y en los subsecuentes trabajos refleja con impresionante expresividad este hecho y todas las consecuencias sociales, personales, pero en conjunto manifestadas en la genialidad por todos conocida
3. Recibió enseñanzas de personajes de la talla de Wolfgang Amadeus Mozart y Franz Joseph Haydn, para nada desdeñables
Estos pocos pero importantes detalles sirven para entender un poco de la naturaleza del trabajo sinfónico desarrollado por este hombre, ahora, siempre es muy grato saber que una orquesta del país realice ciclos sinfónicos dedicados a este compositor, pues podemos deleitarnos, disfrutar, soñar, comparar y sentir la emoción de ver como el público no se retira de la sala y sigue aplaudiendo hasta que el director brinda el ansiado encore, pero son muchas las emociones que se viven en estos conciertos, sería pretensioso para este espacio el tratar de describirlas, sólo quisiera narrar un poco de la experiencia vivida en las que para mi son los trabajos más bellos de la obra sinfónica de Beethoven.
Como buen "Beethoveniano", probablemente pierden objetividad mis comentarios en algún momento, al menos siempre he reconocido el mayor genio de Mozart, aunque por alguna razón, tal vez por la difícil situación de salud que padeció el alemán, tal vez por la oscuridad presente en algunas partes de sus obras, por la grandeza de todas ellas, es mi compositor favorito (tal vez su única "falla" es haber compuesto una sola ópera), aun así, no son de mi total agrado las primeras dos y la cuarta sinfonía, hecho por el cual no asistí a dichos conciertos, con estas prudentes aclaraciones ahora sí comento.
Tercera Sinfonía, "Eroica"
Aquel día llegué a la sala con mi hermano, no teníamos boletos pero ello nunca ha representado un problema al asistir a eventos de esta índole, la sorpresa nos la llevamos al ver las taquillas repletas y un gendarme en la entrada vocíferando "si no tienen boletos para hoy, por favor no entren", amablemente le dije que mi intención era conseguir boletos para los subsecuentes conciertos, así pudimos ingresar, y, después de una larga espera faltaba un lugar para arribar a la ventanilla, al no tener nada mejor en qué centrar mi atención, escuchaba la compra de la señora formada adelante de nosotros que se llevaba un boleto para el ya comenzado concierto del día, como era de esperarse, hice lo propio y pudimos entrar a ver aquella composición alguna vez dedicada a la figura de Napoleón Bonaparte, que, como todos saben, muchos tomaron por libertador, incluído el genio de Bonn, quien, al enterarse la diferencia de la situación, hizo pedazos la dedicatoria, modificándola de esta guisa: "Tercera Sinfonía, Eroica, dedicada a la memoria del que fuera un gran hombre" al menos eso dicen las historias.
La orquesta vestía saco blanco y pantalón (o falda) negro, el público aplaudía y José Areán saludaba, nos acomodamos en las escaleras, que fueron nuestro asiento hasta el final del concierto, para, despúes de un concierto para piano y el intermedio, ahora sí, sonaron las tres notas de entrada a la sinfonía para dar inicio al "Allegro con brio", a pesar de mi gran emoción, debo decir que me pareció medianamente interpretado, con una orquesta algo falta de intensidad, incluso de entonación, el director no estaba trabajando del todo bien, pero creo que corrigió enormemente en la "Marcia funebre" con un tempi haciendo honor al nombre, excelente, lo disfruté mucho en sus alrededor de 18 minutos, el "Scherzo" y el "Finale" igualmente creo que un poco más de intensidad, no habría estado de sobra, pero el tempi y la entonación fueron mejores en estos dos movimientos, la verdad esperaba un poco más del maestro Areán en la conducción de este gran trabajo, el cual a pesar de los pequeños detalles, fue bien aplaudido por una sala a su máxima capacidad, hecho destacable y afortunadamente, recurrente por el resto de la temporada, de la orquesta se puede señalar que al ser su cuarto programa, todavía se notaba un poco heterogénea, como bien fue recalcado, es una agrupación que únicamente trabaja en verano, y no es fácil después de casi un año de no trabajar juntos, en 4 fines de semana lograr sacar el mejor partido a sus interpretaciones, para el beneplácito del auditorio, la situación después de 2 semanas, fue notoriamente diferente, como lo refiero en la siguiente nota.
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