Intro
Así es, el famosísimo "Barbero de Sevilla" o "La inútil precaución" es la obra presentada por la Compañía Nacional de Ópera en este mes, una obra preciosa, quien la conoce no me desmentirá, por ello he decidido abrir este espacio con un comentario sobre esta ópera en dos actos escrita por Gioacchino Rossini.
Sobre esta ópera....
Antes de hablar sobre tal anécdota, me permito resumir un poco esta obra; como decía, se divide en dos actos, y está basada en la comedia homónima de Pierre August Caron de Beaumarchais, la cual tiene tres episodios, este es el primero, el segundo probablemente lo conozcan, pues lo plasmó en este mismo arte el genio de genios, Wolfgang Amadeus Mozart con sus "Bodas de Fígaro", en fin, la obra se estrenó en 1816 el Teatro Argentina de la ciudad de Roma, sí, el mismo que visitaba el conde de Montecristo en la apasionante novela de Alexandre Dumas, en nuestro país se disfrutó por vez primera 11 años después. La obra es de carácter bufo, es decir, el tema es gracioso, en contraste con lo dramático, incluso trágico que compone la mayoría de las óperas, los personajes principales son: El conde de Almaviva (tenor), Rosina (mezzosoprano), Fígaro (barítono), doctor Bartolo (bajo) y don Basilio (bajo); la historia se sitúa en la hoy ciudad de Sevilla, y es precedida por una famosísima obertura que la mayoría ubicará por un capítulo clásico de Bugs Bunny contra Elmer Fudd llamado "The Rabbit of Seville", que incluso se considera uno de los mejores capítulos de la historia de los dibujos animados.
Primer Acto, Cuadro Primero
La primera escena se desarrolla en las calles, donde en el inicio observamos el arribo del conde junto con un séquito de músicos para ofrecer una serenata a Rosina "Ecco, ridente in cielo", la melodía es francamente hermosa, requiriendo grandes cualidades de tenor lírico ligero para explotar su belleza, a pesar de esto, Rosina, de quien el conde está enamorado, no aparece en el balcón, pero el alba despunta ya, la ciudad está a punto de entrar en actividad y el primero en hacerse presente es el barbero, Fígaro, con un aria "Largo al factotum", simpática, sincera (que también muchos pueden ubicar por dibujos animados, una caricatura de un perro barítono con el cual un mago se divierte ridiculizando en pleno recital) en la cual se engloba todo lo que este personaje representa, el "mil usos" de la ciudad, aquel que está en boca de todos y conocedor de la vida citadina, entonces Almaviva se revela como su antiguo patrón, recurriendo a la ayuda del barbero para su aventura amorosa, este accede en espera de recibir una cuantiosa y metálica recompensa "All'idea di quel metallo", un gracioso dueto en el cual se trama todo el plan para robar a Rosina de su tirano tutor (el cual incluye un pseudónimo: "Lindoro", hacerse pasar por pobre, entre otras cosas), el doctor Bartolo, un vejete que quiere desposarla para robar su dote, asi se cierra el telón para dar lugar a la segunda escena
Primer Acto, Cuadro Segundo
En la habitación de la bella dama, que abre entonando una versátil aria "Una voce poco fa" con la cual deja ver sus sentimientos e intenciones para con el amado, entre tanto, le escribe una carta a "Lindoro" y entra en escena Bartolo, quien inmediatamente se descubre como una persona extremadamente celosa, a lo cual su amigo, el profesor de música de Rosina, don Basilio, aconseja efectuar una calumnia contra el conde, del cual se dice ha estado rondando la casa, en un aria "La calunnia è un venticello", una poderosa pieza para bajo, oscura, malévola, genial, pero el doctor no se muestra entusiasta y ambos camaradas abandonan la escena para dejar el encuentro de Rosina con Fígaro, el cual, en su papel de "matchmaker" convence a la dama de la sencillez de Almaviva, ella responde entregando la carta escrita con anterioridad; Bartolo entra en la habitación haciendo una nueva escena de celos, Rosina intenta engañarlo, pero este, en un alarde de vivacidad, entona el aria "A un dottor de la mia sorte" de gran destreza vocal por la rapidez de entonación, en donde sencillamente amenaza en encerrar a Rosina por intentar salirse con la suya. Después de un pequeñísimo break encabezado por la ama de llaves, se abre la puerta para dar paso al conde, cuyo plan consistía en un disfraz de soldado, hacerse pasar por ebrio y presentar un pase de hospedaje al doctor, el cual rechaza con una carta que lo exime de dicho deber ciudadano, esto provoca la ira del conde (que ya había entregado una carta a Rosina), ante el alboroto, al cual se suman más y más personas (incluidos Fígaro y Basilio) entra la guardia de la ciudad, que intenta arrestar al conde, quien una vez más utiliza el recurso económico para librarse de aquello, en medio de la confusión, termina el primer acto.
Segundo Acto, Cuadro Primero
Comienza con un furibundo doctor Bartolo, quien, a base de contactos se entera que en el regimiento entrante a la ciudad, nadie conocía al soldado que le exigió hospedaje; entre quejas, es turno de otro intento por parte del conde para acercarse a Rosina, pues entra disfrazado de maestro de música, fingiendo ser discípulo de don Basilio, y diciendo que este último se encuentra enfermo, razón por la cual lo envía en sustitución para la clase, además, para eliminar cualquier sospecha del viejo, Almaviva le muestra a don Bartolo una carta dirigida a si mismo (recordemos que Basilio había informado a Bartolo acerca del conde) evitando así que don Bartolo salga en busca del maestro, en una divertida escena, Almaviva disfrazado como don Alonso, imparte la clase a Rosina (que es, por cierto la bella aria de la inútil precaución o "contro un cor"), la cual resulta aburrida para Bartolo, momento en el cual, al entonar una melodía de su agrado, Fígaro irrumpe en la casa para afeitar al doctor (en realidad para distraerlo y hurtar la llave del balcón de Rosina) mientras los enamorados planean la huída nocturna, pero aparece el supuestamente enfermo don Basilio, Almaviva lo soborna para volverlo cómplice del momento y después de mucho trastabillar, sale de escena para deleite de todos los personajes, no sin antes percatarse don Bartolo del engaño, con lo cual termina un cuadro de este segundo acto.
En un pequeño "break" en el que Berta, el ama de llaves, entona una bonita aria comentando los hechos, mientras don Bartolo planea su boda con Rosina para la misma noche, convenciéndola con el argumento de que su supuesto amante "Lindoro" y Fígaro, el "factotum", son ambos sirvientes del conde de Almaviva, a quien planean entregarla, mostrando la susodicha carta, Rosina cede.
Segundo Acto, Cuadro Segundo
El conde y Fígaro llegan a la casa por la noche, utilizando la llave robada, aquí, Rosina reclama el engaño, a lo cual por supuesto, el conde revela su identidad, el malentendido se aclara, pero ahora el notario está en camino y alguien ha quitado la escalera con la que subieron ambos compinches al balcón, aquí, entra don Basilio con el notario, pero (una vez más) a base de soborno, y por idea de Fígaro, este se presta como testigo para el cambio de planes: La boda entre Rosina y Almaviva, la cual se lleva a cabo para la desdicha del doctor, que acepta la derrota como buen caballero. En medio de un alegre coro de despedida, baja el telón y termina esta preciosa ópera.
En la siguiente entrada del blog ahora sí se hace la crónica de la presentación en el Palacio de Bellas Artes, toda una expriencia en verdad.
Nota: ofrezco disculpas por no escribir nada en este tiempo, pero después de la tormenta llamada exámenes, tengo de nuevo el tiempo y el agrado de poder dedicarme a escribir, gracias por su comprensión
Así es, el famosísimo "Barbero de Sevilla" o "La inútil precaución" es la obra presentada por la Compañía Nacional de Ópera en este mes, una obra preciosa, quien la conoce no me desmentirá, por ello he decidido abrir este espacio con un comentario sobre esta ópera en dos actos escrita por Gioacchino Rossini.
Sobre esta ópera....
Antes de hablar sobre tal anécdota, me permito resumir un poco esta obra; como decía, se divide en dos actos, y está basada en la comedia homónima de Pierre August Caron de Beaumarchais, la cual tiene tres episodios, este es el primero, el segundo probablemente lo conozcan, pues lo plasmó en este mismo arte el genio de genios, Wolfgang Amadeus Mozart con sus "Bodas de Fígaro", en fin, la obra se estrenó en 1816 el Teatro Argentina de la ciudad de Roma, sí, el mismo que visitaba el conde de Montecristo en la apasionante novela de Alexandre Dumas, en nuestro país se disfrutó por vez primera 11 años después. La obra es de carácter bufo, es decir, el tema es gracioso, en contraste con lo dramático, incluso trágico que compone la mayoría de las óperas, los personajes principales son: El conde de Almaviva (tenor), Rosina (mezzosoprano), Fígaro (barítono), doctor Bartolo (bajo) y don Basilio (bajo); la historia se sitúa en la hoy ciudad de Sevilla, y es precedida por una famosísima obertura que la mayoría ubicará por un capítulo clásico de Bugs Bunny contra Elmer Fudd llamado "The Rabbit of Seville", que incluso se considera uno de los mejores capítulos de la historia de los dibujos animados.
Primer Acto, Cuadro Primero
La primera escena se desarrolla en las calles, donde en el inicio observamos el arribo del conde junto con un séquito de músicos para ofrecer una serenata a Rosina "Ecco, ridente in cielo", la melodía es francamente hermosa, requiriendo grandes cualidades de tenor lírico ligero para explotar su belleza, a pesar de esto, Rosina, de quien el conde está enamorado, no aparece en el balcón, pero el alba despunta ya, la ciudad está a punto de entrar en actividad y el primero en hacerse presente es el barbero, Fígaro, con un aria "Largo al factotum", simpática, sincera (que también muchos pueden ubicar por dibujos animados, una caricatura de un perro barítono con el cual un mago se divierte ridiculizando en pleno recital) en la cual se engloba todo lo que este personaje representa, el "mil usos" de la ciudad, aquel que está en boca de todos y conocedor de la vida citadina, entonces Almaviva se revela como su antiguo patrón, recurriendo a la ayuda del barbero para su aventura amorosa, este accede en espera de recibir una cuantiosa y metálica recompensa "All'idea di quel metallo", un gracioso dueto en el cual se trama todo el plan para robar a Rosina de su tirano tutor (el cual incluye un pseudónimo: "Lindoro", hacerse pasar por pobre, entre otras cosas), el doctor Bartolo, un vejete que quiere desposarla para robar su dote, asi se cierra el telón para dar lugar a la segunda escena
Primer Acto, Cuadro Segundo
En la habitación de la bella dama, que abre entonando una versátil aria "Una voce poco fa" con la cual deja ver sus sentimientos e intenciones para con el amado, entre tanto, le escribe una carta a "Lindoro" y entra en escena Bartolo, quien inmediatamente se descubre como una persona extremadamente celosa, a lo cual su amigo, el profesor de música de Rosina, don Basilio, aconseja efectuar una calumnia contra el conde, del cual se dice ha estado rondando la casa, en un aria "La calunnia è un venticello", una poderosa pieza para bajo, oscura, malévola, genial, pero el doctor no se muestra entusiasta y ambos camaradas abandonan la escena para dejar el encuentro de Rosina con Fígaro, el cual, en su papel de "matchmaker" convence a la dama de la sencillez de Almaviva, ella responde entregando la carta escrita con anterioridad; Bartolo entra en la habitación haciendo una nueva escena de celos, Rosina intenta engañarlo, pero este, en un alarde de vivacidad, entona el aria "A un dottor de la mia sorte" de gran destreza vocal por la rapidez de entonación, en donde sencillamente amenaza en encerrar a Rosina por intentar salirse con la suya. Después de un pequeñísimo break encabezado por la ama de llaves, se abre la puerta para dar paso al conde, cuyo plan consistía en un disfraz de soldado, hacerse pasar por ebrio y presentar un pase de hospedaje al doctor, el cual rechaza con una carta que lo exime de dicho deber ciudadano, esto provoca la ira del conde (que ya había entregado una carta a Rosina), ante el alboroto, al cual se suman más y más personas (incluidos Fígaro y Basilio) entra la guardia de la ciudad, que intenta arrestar al conde, quien una vez más utiliza el recurso económico para librarse de aquello, en medio de la confusión, termina el primer acto.
Segundo Acto, Cuadro Primero
Comienza con un furibundo doctor Bartolo, quien, a base de contactos se entera que en el regimiento entrante a la ciudad, nadie conocía al soldado que le exigió hospedaje; entre quejas, es turno de otro intento por parte del conde para acercarse a Rosina, pues entra disfrazado de maestro de música, fingiendo ser discípulo de don Basilio, y diciendo que este último se encuentra enfermo, razón por la cual lo envía en sustitución para la clase, además, para eliminar cualquier sospecha del viejo, Almaviva le muestra a don Bartolo una carta dirigida a si mismo (recordemos que Basilio había informado a Bartolo acerca del conde) evitando así que don Bartolo salga en busca del maestro, en una divertida escena, Almaviva disfrazado como don Alonso, imparte la clase a Rosina (que es, por cierto la bella aria de la inútil precaución o "contro un cor"), la cual resulta aburrida para Bartolo, momento en el cual, al entonar una melodía de su agrado, Fígaro irrumpe en la casa para afeitar al doctor (en realidad para distraerlo y hurtar la llave del balcón de Rosina) mientras los enamorados planean la huída nocturna, pero aparece el supuestamente enfermo don Basilio, Almaviva lo soborna para volverlo cómplice del momento y después de mucho trastabillar, sale de escena para deleite de todos los personajes, no sin antes percatarse don Bartolo del engaño, con lo cual termina un cuadro de este segundo acto.
En un pequeño "break" en el que Berta, el ama de llaves, entona una bonita aria comentando los hechos, mientras don Bartolo planea su boda con Rosina para la misma noche, convenciéndola con el argumento de que su supuesto amante "Lindoro" y Fígaro, el "factotum", son ambos sirvientes del conde de Almaviva, a quien planean entregarla, mostrando la susodicha carta, Rosina cede.
Segundo Acto, Cuadro Segundo
El conde y Fígaro llegan a la casa por la noche, utilizando la llave robada, aquí, Rosina reclama el engaño, a lo cual por supuesto, el conde revela su identidad, el malentendido se aclara, pero ahora el notario está en camino y alguien ha quitado la escalera con la que subieron ambos compinches al balcón, aquí, entra don Basilio con el notario, pero (una vez más) a base de soborno, y por idea de Fígaro, este se presta como testigo para el cambio de planes: La boda entre Rosina y Almaviva, la cual se lleva a cabo para la desdicha del doctor, que acepta la derrota como buen caballero. En medio de un alegre coro de despedida, baja el telón y termina esta preciosa ópera.
En la siguiente entrada del blog ahora sí se hace la crónica de la presentación en el Palacio de Bellas Artes, toda una expriencia en verdad.
Nota: ofrezco disculpas por no escribir nada en este tiempo, pero después de la tormenta llamada exámenes, tengo de nuevo el tiempo y el agrado de poder dedicarme a escribir, gracias por su comprensión
1 comentario:
hola Calaf!
conoczco esta ópera y me gusta mucho.
Tu resumen me parece bueno, pero esta muy "denso".
A primera vista se ve compacto, muy lleno de palabras, y no se antoja leerlo. Deberías dar espacios entre párrafos e intentar ser un poco más breve para que sea más facil de leer.
También, para alguien que no conoce la ópera, se me ocurre que puede resultar confuso.
Aun asi, escribes bien ¡sigue con este espacio!
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